Exastronauta, ingeniero de la NASA y pionero que trabajó en el telescopio para el Laboratorio de Propulsión a Chorro. Los estudiantes de una escuela del condado de Orange se inspiraron en un exastronauta, ingeniero de la NASA y pionero que dejó las estrellas en sus ojos.
Dio el salto gigante de la Tierra al espacio a la edad de 26 años. Catia Icharita fue la primera mujer nacida en México en abandonar la órbita terrestre.
Después de seis meses, quiere que los estudiantes de Magnolia Academy sepan que para ellos el cielo también es el límite.
Su historia es una de sacrificio.
Trabajó en McDonald’s y ahorró $1,000 para sacar a su madre y hermanos de una mala situación.
Utiliza esta experiencia para explicar la vida en términos de adolescencia.
Luego se convirtió en ingeniera en la NASA y dice que era un “grupo de astronautas” antes de convertirse en ella misma.
Eccazarita sabía que las probabilidades estaban en su contra, lo cual era parte de su mensaje. Fue elegida entre 7.000 campos para ir al espacio.
El mensaje viene con un desafío. McDonald’s tiene medio millón de dólares en becas para dar a 30 estudiantes universitarios en todo el país.
“Los recursos están ahí, así que espero que los aprovechen y hagan algo ellos mismos”, dijo el dueño de la tienda McDonald’s, Víctor Queiroz.
Los estudiantes de Magnolia Academy se enfocan en ciencias, arte y matemáticas.
Durante su vuelo espacial de 90 minutos, Echazaretta dice que experimentó lo que se conoce como efecto general. Se produce un cambio en el pensamiento, como les dices a todos los que ven la Tierra desde lejos.
“Las personas que van al espacio son pilotos, científicos, personal militar que nunca se vieron a sí mismos como humanitarios o activistas, regresan exactamente de esa manera”, dijo Eccazarita.
Su objetivo ahora es generar más cambios de los estudiantes que todavía están firmemente en el suelo.