Los solicitantes de protección internacional lamentan encontrarse sin derecho a serlo, porque España ha incumplido su obligación de protegerlos al no facilitarles el acceso a su solicitud de tal protección. Por ello, el 13 de diciembre registrarán sus denuncias en la Defensoría del Pueblo a las 11 horas, antes de reunirse frente al Ministerio del Interior a las 12:30 horas, donde denunciarán esta vulneración de sus derechos.
Problemas
Solicitar protección internacional (asilo) debe ser tan sencillo como poder decirlo, iniciando un proceso conducente al examen de la solicitud y, en su caso, a la aplicación de medidas de protección, acogida y acompañamiento de la persona o familia. En España, desde la pandemia, existe un sistema de citas online, pero desde hace meses no existe la posibilidad de conseguir cita alguna. Para conseguir una cita, muchas personas se conectan durante horas, días, semanas e incluso meses, sin éxito. Otros, que tienen más recursos, o que se endeudan, pueden pagar a particulares para “conseguir una cita”, que puede estar muy lejos de donde se encuentra la persona. La falta de acceso a las citas alimenta el mercado negro y la corrupción.
Una vez realizada la designación, se realiza en comisarías, por personal de la Policía Nacional, y en ocasiones se exige certificado censal, cuando no es obligatorio para el solicitante de asilo. Los agentes de policía no son necesariamente las mejores personas para tratar con personas que pueden haber tenido dificultades con las fuerzas de seguridad de su propio país o de otros países, provocando miedo o una sensación de cuestionamiento, como si fueran culpables.
Arqueología
La imposibilidad de solicitar protección internacional deja a la persona en un estado de vulnerabilidad e impunidad que, además de ser una amenaza a los derechos humanos, afecta el futuro de quien pretende solicitar dicha protección.
Primero, la persona queda sin protección: queda en infracción administrativa, sin papeles, con el riesgo vital y la dificultad que ello conlleva. Además, como no le hemos dado la oportunidad de decir qué peligros enfrenta en su propio país, él es alguien que puede ser deportado a ese país, cuando es exactamente a donde intentó huir. Por supuesto, esta persona no tiene acceso a un programa de atención específico para personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional, que va desde el apoyo jurídico profesional gratuito, hasta un programa de acogida transitoria, apoyo psicológico o acompañamiento psicosocial para una nueva vida en un país diferente o cultura. y/o idioma. Dicha persona tampoco podría acceder al sistema de salud, o se le cobraría por su atención, cuando tendría derecho a hacerlo. La situación se ve agravada por el hecho de que muchos de ellos sufren traumatismos y secuelas, o con procesos de abandono o deterioro como consecuencia de las dificultades del viaje, viaje, operación o incluso de su estancia en España.
Entre los que escriben esto, hay algunos que han agotado nuestros recursos; Los que viven de alquilar una cama y un trozo de la sala y el sofá; los que nos pusimos en situaciones peligrosas porque no teníamos suficiente dinero para tener un lugar protegido; Los que están en situación de calle y que necesitaban cobijo en casas, en parroquias o en casas de acogida, cuando hay sitio (no siempre). El sufrimiento innecesario que esto provoca no es sólo una cuestión moral, sino una ilegalidad por parte de un país como España, que se ha comprometido en su legislación a la protección de las personas que necesitan solicitar protección internacional.
lo que pedimos
Más citas. Los necesarios para cumplir con las normas mínimas de protección de los derechos humanos que el Estado español dice proteger.
– Que el procedimiento sea transparente: cuántos nombramientos, dónde y en qué fechas se emiten nuevos nombramientos.
– Que se doten de recursos para ello, no en forma de más policías, sino a través de personal específico de asilo, con un perfil más psicosocial y jurídico, con el apoyo suficiente de intérpretes profesionales capaces de transmitir el relato de la persona. Necesitamos ser tratados con dignidad y humanidad.
– Información y protocolos para el proceso de citación y entrevista, que eviten la posibilidad de corrupción, arbitrariedad o abuso de superioridad. Esto puede reflejarse en un fuerte respaldo legal, que permita que el derecho sea efectivo (por ejemplo, la redacción del Reglamento de Desarrollo del Asilo de 2009).
– No debe existir un tratamiento diferenciado de diferentes activos. Que el ejemplo de Ucrania sirva para demostrar que el Estado español, si quiere, puede aportar los recursos necesarios. Todos tenemos los mismos derechos.
Sin designaciones, no hay derechos.
No más vidas esperando. No más personas desprotegidas.
Fechas de asilo ahora!
Lugares de llamada:
– 11 h: Registro de quejas en la Sala de Reclamaciones (Calle Zurbano, 42).
– 12.30 h: Marcha frente al Ministerio del Interior (Paseo de la Castellana, 5).
Organizadores: Sin Citas, Sin Derechos de Asociación.