MADRID – En España, la memoria es un tema polémico.
Gobierno de coalición Ley de Memoria DemocráticaQue busca abordar el legado de la brutal dictadura de Francisco Franco, puede ser aprobado por una estrecha mayoría en el parlamento el jueves.
Pero los recuerdos de la reciente violencia de ETA han obstaculizado el proyecto, y los críticos dicen que el proyecto de ley solo puede aprobarse en el parlamento porque el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó a un acuerdo con los herederos del grupo terrorista vasco. Esto fortaleció las afirmaciones de larga data entre los opositores del líder socialista de que se inclinaba por el ultranacionalismo y condujo a una revolución dentro de su partido.
La nueva ley establece que su objetivo general es saldar “las deudas de la democracia española con su pasado” asegurando que el Estado “se responsabilice íntegramente de las acciones del pasado, rehabilite la memoria de las víctimas y repare la daños que causaron”. Y evitar la repetición de enfrentamientos y cualquier justificación de regímenes totalitarios”.
Para ello, el proyecto de ley declara ilegal el golpe de Estado de 1936 que desató la guerra civil y finalmente puso a Franco en el poder, así como su dictadura de cuatro décadas. También busca eliminar los títulos aristocráticos asociados con el régimen e incluir relatos de la opresión de Franco en los libros de texto.
Además, habrá una campaña de apoyo a las víctimas del régimen y sus familiares, en la que el Estado se encargará de identificar a los enterrados en fosas comunes, exhumarlos y recoger testimonios en una oficina especialmente habilitada.
Quizás el elemento más llamativo de la ley es su enfoque de la amnistía de 1977, aprobada dos años después de la muerte de Franco, y que impidió que los funcionarios de su régimen fueran procesados por abusos contra los derechos humanos. El proyecto de ley abre la puerta a una interpretación de la amnistía que podría cambiar eso.
El ex presidente del Gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero, cuya Ley de Memoria de 2007 se actualizará con esta legislación, dijo que el proyecto de ley “domina” la democracia española “porque reconoce a los olvidados”.
“No deberíamos tener miedo en absoluto de mirar hacia atrás, a nuestro último o lejano pasado”.
Pero es el pasado reciente el que causa más controversia.
La nueva ley también permite investigaciones de crímenes contra los derechos humanos cometidos entre 1978, año en que se introdujo la Constitución Democrática, y 1983. Esta enmienda fue propuesta por E. mi. El ala política de ETA, que se disolvió en 2018. El partido se encuentra entre los que han argumentado durante mucho tiempo que la muy cacareada transición de España a la democracia fue un grave error porque, por ejemplo, permitió el uso del terrorismo de Estado contra presuntos terroristas. y brutalidad policial contra activistas vascos.
Mertkesi Eispurua, portavoz de EH Bildu, dijo que la nueva Ley de Memoria Democrática “abrió el camino para desafiar una narrativa típica”. [democratic] transición.”
Un gobierno de coalición requiere el apoyo de una serie de partidos para ratificar la Ley de Memoria Democrática y, aparentemente, con el apoyo de E.H. Beldo, parece estar a salvo. Pero la reacción contra la enmienda de 1978-1983 y la confianza del gobierno en E.H. Bildu, que muchos aún consideran sinónimo de Eta, ha sido feroz.
El líder del opositor Partido Popular, conservador, Alberto Núñez Figo, ha prometido derogar la ley cuando asuma el cargo, calificando su paso por el Parlamento como “un episodio indigno de la democracia española”.
“Aceptamos que los líderes de ese terror se sientan en las instituciones, pero es repugnante que le dicten al gobierno democrático los términos de nuestra memoria democrática”, dijo.
La llegada de la ley al Congreso se produjo en un momento muy delicado. Esta semana se cumplen 25 años del secuestro y asesinato de ETA Miguel Ángel Blanco, una joven concejal del PPP, en lo que se considera el más notorio de los más de 850 asesinatos perpetrados por el grupo. El domingo, Sánchez, Figo y el rey Felipe estuvieron entre los asistentes al homenaje de Blanco en su ciudad natal vasca de Ermois.
La oposición de la derecha a la nueva legislación era esperable, ya que tendía a rechazar las iniciativas de memoria histórica por considerar que excavaban innecesariamente el pasado. Sin embargo, también hubo oposición dentro de las filas del Partido Socialista Obrero (PSOE) de Sánchez.
Javier Lampan, líder del PSOE para la región aragonesa, es una de esas voces, expresando su enojo porque la nueva ley permitirá investigaciones sobre los hechos que tuvieron lugar después de la introducción de la democracia.
“Si esto lo sugiriera cualquier otro grupo político, sería preocupante porque es una forma de socavar la transición democrática”, dijo. “Pero cuando se pregunta [EH] Bildu, es un sarcasmo cruel que nunca consideraría tolerable”.
Un grupo de políticos veteranos del PSOE firmó una declaración Contra la ley, alegando que “desvirtuó” la Carta Constitucional de 1978.
José Pablo Ferrandez, jefe de opinión pública en España de la encuestadora Ipsos, dijo que el episodio tocó una fibra sensible.
“La idea de que la transición a la democracia fue ejemplar y debe ser motivo de orgullo sigue arraigada en el subconsciente colectivo de los españoles”, dijo.
Agregó que el peso de la legislación de memoria democrática conlleva riesgos electorales para Sánchez.
“Los votantes socialistas conservadores nunca se han sentido cómodos con los acuerdos que ha hecho el Gobierno con los partidos independentistas catalanes o con los independentistas vascos como EH Beldo”, dijo Ferrández.
Con las elecciones generales no previstas hasta finales de 2023, Sánchez espera que este episodio no desemboque en despidos de votantes socialistas.
Sugerir encuestas Que el PSOE ya se había quedado atrás del PP, que se vio reforzado por la nueva dirección de Feijóo, previa a la polémica de la Ley de la Memoria.
Con la crisis del costo de vida que se niega a disminuir y una serie de desacuerdos públicos dentro de su coalición, las acusaciones de que Sánchez llegó a un acuerdo que desbarata la transición democrática de España han golpeado al primer ministro que ya lucha por sobrevivir políticamente.