un despues de un día Marine Le Pen ha llegado a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, ya que el parlamento regional de Castilla y León, España, aprobó un nuevo gobierno, el primero en el país que incluye al partido de extrema derecha Vox. Mientras visitaba la región para la votación de toma de posesión, el líder de Vox, Santiago Abascal, se tomó el tiempo para felicitar a la Sra. Le Pen por el “resultado maravilloso”, y dijo que Francia, como el resto de Europa, enfrentaba una elección entre “soberanía y reasentamiento o globalización progresiva que nos está destruyendo”.
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Es fácil ver a Vox como el renacimiento de una extrema derecha que nunca desapareció incluso después de la muerte de Francisco Franco, el dictador de España durante casi 40 años en 1975. Abascal describe al gobierno actual como el peor en 80 años, peor que el de Franco. Vox quiere reemplazar una ley sobre violencia de género por una ley sobre “violencia dentro de la familia”, desviando el enfoque de los perpetradores masculinos. Quiere centralizar España, deshaciéndose de 17 poderosos gobiernos regionales (como el que acaba de incorporar en Castilla y León). Esto convierte a Vox en radiactivo para los nacionalistas regionales en lugares como Cataluña y el País Vasco.
Vox a veces muestra una cara más tolerante. A diferencia de la Sra. Le Pen, sus líderes no se fotografían con Vladimir Putin. Criticó su guerra en Ucrania y dio la bienvenida a los refugiados ucranianos. Su vocero parlamentario, Evan Espinosa de los Monteros, dice en un fluido inglés estadounidense (que aprendió cuando era estudiante en Illinois) que el partido no se opone a todos los inmigrantes. Reconoce que muchos se están integrando bien, y España los necesita. Pero Vox aún quería animar a las mujeres indígenas hispanas a tener más hijos, punto que repitió en la toma de posesión.
El partido es un gran quebradero de cabeza para Alberto Núñez Figo, el nuevo líder del Partido Popular Conservador (s). Es conocido por su pragmatismo, un cambio bienvenido en el estado de feroz polarización en España. Mantuvo su ataque a los socialistas en el gobierno en cuestiones de política, diciendo que quería derrotarlos, no insultarlos. pero el s– La Alianza Vox en Castilla y León hace que le pregunten sin cesar por Vox. Un diputado de Vox comparó recientemente a Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno socialista, con Hitler. Feijóo dice que aún no ha hablado con Abascal, pero dice que ha hablado con los separatistas catalanes y sus opositores socialistas y que hablará con Vox.
España se enfrenta a elecciones el próximo año y es probable que ningún partido obtenga la mayoría. Ahora tiene un sistema de más de tres partidos, con s, Socialistas y Fox van rezagados por variedad, y no hay tradición de grandes coaliciones. Sánchez rompió un tabú y reinó con la izquierda radical. El Sr. Feijóo puede enfrentar un tabú rival: tratar con la extrema derecha o los socialistas.
Este artículo apareció en la sección Europa de la edición impresa bajo el título “Vox populi”